Creo que hemos caído en una exageración del término hater, al igual que lo hicimos con el término tóxico y con el término burbuja.Ahora hay burbujas por todos lados. Ahora todos somos tóxicos si pedimos que alguien rinda cuentas. Ahora todos los que critican son haters.Entiendo, tal y como alguna vez le expliqué a Zackary, que tenga sentido bloquear en Twitter porque no sabes qué extraño te está jodiendo y no quieres perder el tiempo. Seguro que no te bloquea en una reunión de partícipes y responde muy bien a las dudas, y críticas. Y seguro que uno no sería grosero al hacer las preguntas como a veces lo son en internet.Pero no podemos llamarle hater a todo el que critica (aunque sea selectiva y sesgada), porque poco a poco nos vamos cerrando y aumentando el sesgo de confirmación y el de polarización y pertenencia.Lo importante no es la crítica ni el crítico, sino lo criticado.La crítica puede estar sesgada y el crítico ser un reverendo hjp, pero lo que está criticando o señalando, podría ser interesante pensarlo un par de veces. Yo defendí a Emérito cuando se publicó eso aquí. Pero lo criticado, o lo que hay que pensarse un par de veces, es que es jodidamente difícil batir al índice, y que hay alternativas indexadas en donde se puede obtener un nivel de riesgo, volatilidad, descorrelación, etc similar a un menor coste y con menos tiempo invertido.Ya decidirá cada uno que alternativa prefiere, pero si todos los que opinan diferente (de forma grosera o no) los tachamos de haters, entonces el dialogo se acaba. LA posibilidad de nuevas ideas también. No se está retando nada para mejorarY literalmente es lo que estamos viendo el la política de España, de USA, de México, de Francia. Es un camino riesgoso, y tal vez estoy exagerando, pero lo tenía que decir.Saludos!!!