La inversión a largo plazo es una de las maneras más confiables para hacer crecer el patrimonio personal. Este tipo de inversión se basa en seleccionar activos con el objetivo de comprarlos y mantenerlos durante un periodo extenso, esperando que su valor aumente de forma constante con el tiempo.
A diferencia de la especulación a corto plazo, donde el objetivo es aprovechar movimientos rápidos del mercado usando principalmente el análisis técnico, la inversión a largo plazo se enfoca en el análisis fundamental y en tener paciencia.
En este artículo, te mostraremos siete de las estrategias de inversión a largo plazo más reconocidas y usadas por inversionistas alrededor del mundo.
¿Qué es una estrategia de inversión?
Antes de continuar, aclaremos qué es una estrategia de inversión: se trata de un conjunto de principios y métodos que guían a un inversor al momento de decidir qué activos comprar, vender o mantener. El objetivo principal de cualquier estrategia es conseguir el mejor retorno posible dentro de un nivel de riesgo aceptable.
Cada inversionista, según su perfil de riesgo, el tiempo que está dispuesto a esperar y sus objetivos financieros, deberá ajustar su estrategia. Es importante recordar que, en general, a mayor riesgo, mayor puede ser la rentabilidad, aunque también se corre el riesgo de sufrir pérdidas, y lo contrario sucede con estrategias más conservadoras.
Categorías de estrategias de inversión
Las estrategias de inversión se pueden agrupar en varias categorías dependiendo de diferentes factores. A continuación, revisaremos tres formas clásicas de clasificarlas:
Inversión growth vs. inversión value
Una de las distinciones más conocidas es entre la inversión growth (crecimiento) y la inversión value (valor).
- La inversión growth se enfoca en empresas que tienen un alto potencial de crecimiento, incluso si en el presente no son rentables o están sobrevaloradas. Los inversionistas que siguen esta estrategia buscan identificar las próximas grandes compañías que, a largo plazo, pueden aumentar significativamente su valor.
- Por otro lado, la inversión value se centra en encontrar empresas que el mercado está subvalorando en el momento. Los inversionistas value creen que el precio actual de las acciones no refleja el verdadero valor de la empresa y que eventualmente el mercado corregirá esta discrepancia, permitiendo que el precio de las acciones suba, generando beneficios para quienes las compraron a precios bajos.
Según análisis técnico o análisis fundamental
Otra forma de categorizar las estrategias de inversión es según el tipo de análisis que emplean:
- Análisis técnico: Se basa en estudiar gráficos de precios y usar indicadores técnicos para predecir movimientos futuros en el mercado. Parte de la idea de que toda la información disponible ya está reflejada en el precio, y que el comportamiento pasado es un buen indicador de lo que podría suceder en el futuro.
- Análisis fundamental: Se enfoca en el análisis de los estados financieros de una empresa, su posición en el mercado, la calidad de su gestión y otros factores económicos para determinar su valor intrínseco. Los inversionistas que usan este método buscan diferencias entre el valor intrínseco y el precio de mercado para tomar decisiones, apostando a “comprar barato y vender caro”.
Inversión activa vs. inversión pasiva
La inversión también se clasifica según el nivel de participación del inversor:
- Inversión activa: Se refiere a aquellos inversores que compran y venden activos frecuentemente, buscando maximizar ganancias en el corto y mediano plazo. Estos inversionistas están constantemente monitoreando el mercado y ajustando su cartera según los cambios.
- Inversión pasiva: En contraste, los inversores pasivos optan por comprar y mantener activos durante mucho tiempo, con la creencia de que, en el largo plazo, el mercado tiende a subir. La inversión indexada es un ejemplo común de este enfoque, y la veremos con más detalle más adelante en este artículo.
Con estos conceptos claros, pasemos a ver las siete estrategias de inversión a largo plazo que pueden ayudarte a hacer crecer tu patrimonio de manera sostenida.
Las 7 + 1 estrategias de inversión más conocidas
A continuación, revisaremos algunas de las estrategias de inversión más efectivas y populares utilizadas por inversores, tanto particulares como profesionales, alrededor del mundo.
La Cartera Permanente
La Cartera Permanente, diseñada por Harry Browne, es una estrategia sencilla y segura, pensada para quienes buscan estabilidad en cualquier situación económica.
La clave de esta estrategia es diversificar el capital en cuatro tipos de activos: acciones, bonos a largo plazo, oro y efectivo, asignando un 25% a cada uno. La lógica detrás de esta distribución es que cada uno de estos activos puede prosperar en diferentes fases del ciclo económico.
Configuración de la Cartera Permanente | Fuente: Busconómico
La clave de esta estrategia es diversificar el capital en cuatro tipos de activos: acciones, bonos a largo plazo, oro y efectivo, asignando un 25% a cada uno. La lógica detrás de esta distribución es que cada uno de estos activos puede prosperar en diferentes fases del ciclo económico.
Si analizamos cada activo de manera individual:
- Acciones: tienden a tener buen rendimiento en tiempos de crecimiento económico.
- Bonos a largo plazo: ofrecen seguridad en épocas de recesión o deflación.
- Oro: actúa como protección contra la inflación.
- Efectivo: funciona como un colchón de seguridad en momentos de alta volatilidad o incertidumbre.
Este enfoque de diversificación no busca generar enormes rendimientos, sino más bien consistencia y menor volatilidad en el tiempo. Al combinar activos que suelen moverse en direcciones opuestas, se logra balancear el rendimiento de la cartera, de modo que cuando uno baja, otro tiende a subir, reduciendo el impacto de las fluctuaciones del mercado.
CAN SLIM
El método CAN SLIM, desarrollado por William O'Neil, inversor y fundador de Investor's Business Daily, es una estrategia diseñada para identificar acciones con alto potencial de crecimiento.
El nombre de esta estrategia es un acrónimo que se refiere a siete criterios que, según O'Neil, las empresas exitosas cumplen antes de que sus acciones experimenten grandes subidas:
- C: Crecimiento actual de ganancias.
- A: Aumento anual de beneficios.
- N: Nuevos productos o servicios.
- S: Oferta y demanda.
- L: Liderazgo en el sector.
- I: Institucionales (inversores importantes que poseen la acción).
- M: Movimiento del mercado general.
El método CAN SLIM combina el análisis fundamental con el análisis técnico, lo que lo convierte en un enfoque híbrido y único. Además de evaluar los resultados financieros de una empresa, incorpora elementos como la tendencia del mercado y el comportamiento del precio de la acción. Esta metodología es ideal para quienes buscan maximizar el crecimiento de sus inversiones en el corto y mediano plazo, ya que permite identificar empresas con potencial para generar rendimientos superiores.
La fórmula mágica de Joel Greenblatt
La fórmula mágica es una estrategia de inversión creada por Joel Greenblatt, autor del reconocido libro “El pequeño libro que vence al mercado”. Este enfoque sencillo de análisis busca identificar acciones infravaloradas con alto potencial de retorno.
La fórmula se basa en dos métricas clave:
- Rendimiento sobre el capital (ROC).
- Rendimiento de ganancias (Earnings Yield).
La fórmula mágica es la siguiente:
Rendimientos de Capital = EBIT / (Capital de Explotación Neto + Activo Fijo Neto)
Este enfoque permite a los inversores seleccionar empresas que, además de ser rentables, están a un precio atractivo en relación con sus beneficios.
Greenblatt demostró que las empresas con un alto ROC y un elevado rendimiento de ganancias suelen generar buenos rendimientos a largo plazo. La combinación de estas dos métricas permite identificar negocios sólidos que el mercado no ha valorado correctamente, creando oportunidades de inversión que pueden ofrecer rendimientos superiores con el tiempo.
A pesar de su efectividad comprobada en estudios de largo plazo, esta estrategia no es infalible. Habrá años en los que las empresas seleccionadas no superarán al mercado o incluso podrían generar pérdidas. Sin embargo, Greenblatt enfatiza la importancia de la paciencia, asegurando que la estrategia funciona mejor en horizontes temporales largos, donde los mercados suelen corregir los errores de valoración.
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Cartera de Ray Dalio (All Weather Portfolio)
La All Weather Portfolio, diseñada por Ray Dalio, ex gestor del mayor fondo de cobertura del mundo, tiene como objetivo ser resistente en cualquier entorno económico. El nombre "All Weather" (todo clima) hace referencia a su capacidad para ofrecer estabilidad y rendimiento, ya sea que el mercado esté en expansión, recesión, inflación o deflación. Dalio diseñó esta cartera basándose en la idea de que la diversificación debe hacerse no solo por tipos de activos, sino también considerando el riesgo al que cada uno está expuesto.
La distribución típica de esta cartera es:
- 30% en acciones: impulsan el crecimiento de la cartera.
- 40% en bonos a largo plazo y 15% en bonos a mediano plazo: brindan estabilidad y protección ante la volatilidad.
- 7.5% en oro y 7.5% en materias primas: funcionan como seguros contra la inflación o eventos económicos adversos.
A lo largo del tiempo, esta estrategia ha demostrado ser eficaz para proporcionar rendimientos consistentes con menor volatilidad que una cartera tradicional, como la clásica 60/40 (60% en acciones y 40% en bonos). Aunque en años de fuerte crecimiento puede generar rendimientos más modestos, su capacidad de reducir el riesgo en momentos de crisis la convierte en una de las opciones favoritas para aquellos inversores que buscan preservar capital sin sacrificar rendimiento, particularmente entre quienes manejan grandes patrimonios.
DCA (Dollar Cost Averaging)
El Dollar Cost Averaging (DCA), conocido como promediación del costo, es una estrategia de inversión que consiste en invertir una cantidad fija de dinero a intervalos regulares, sin importar las fluctuaciones del mercado. La lógica detrás del DCA es simple: al comprar una cantidad fija de un activo de forma constante, se adquieren más unidades cuando los precios están bajos y menos cuando están altos, ayudando a reducir el riesgo de hacer una gran inversión en un mal momento.
El DCA es especialmente útil para quienes desean evitar el difícil reto de hacer timing en el mercado, es decir, predecir el mejor momento para entrar o salir. Al invertir de manera continua y a largo plazo, los inversores logran promediar el costo de sus compras, obteniendo un precio de entrada intermedio que, con el tiempo y en mercados adecuados, suele ser muy competitivo. Esta estrategia es particularmente valiosa en mercados volátiles, como el de acciones, donde los precios pueden cambiar drásticamente de un mes a otro.
A pesar de su simplicidad, el DCA es utilizado ampliamente por inversionistas de todo el mundo. Un ejemplo típico es el ahorro para la jubilación, en donde las personas aplican DCA en fondos de inversión diversificados durante su vida laboral, asegurando así la revalorización de sus ahorros a largo plazo. Sin embargo, no es el único uso; muchos inversores lo emplean en otros contextos según sus objetivos.
No obstante, el DCA no está exento de riesgos. El principal es invertir en un mercado que podría no recuperarse. Por esa razón, esta estrategia se utiliza frecuentemente en fondos de inversión y ETFs bien diversificados, tanto por sectores como por regiones geográficas.
Value Investing
El Value Investing, popularizado por Benjamin Graham y llevado a la fama por Warren Buffett (considerado por muchos el mejor inversor de la historia), es una estrategia basada en comprar acciones de empresas de alta calidad que están infravaloradas en el mercado en relación con su valor intrínseco. Esta metodología es una de las más reconocidas a nivel mundial, ya que muchos inversores de valor han logrado superar al mercado de manera constante y generar grandes fortunas a lo largo del tiempo.
Los inversores que siguen esta estrategia creen que el precio de mercado de una acción no siempre refleja su verdadero valor. Por ello, buscan obtener beneficios comprando acciones cuando están infravaloradas y vendiéndolas cuando el mercado finalmente las sobrevalore. Sin embargo, es crucial que las empresas seleccionadas sean de alta calidad. Para detectar esta calidad, el Value Investing requiere un análisis profundo de los fundamentos de la empresa, como sus estados financieros, posición competitiva, calidad del equipo directivo y el contexto económico en el que opera.
Buffet vs. S&P 500 | Fuente: Yahoo Finance
Aunque esta estrategia ha demostrado ser efectiva a largo plazo, presenta algunas desventajas. Se necesitan conocimientos avanzados para llevarla a cabo correctamente, y requiere un análisis detallado y continuo de la empresa y su evolución. Además, muchas veces se analizan acciones que finalmente no se compran porque el análisis arroja resultados negativos, lo que puede ser frustrante y demandante en términos de tiempo y esfuerzo.
Inversión en dividendos
La inversión en dividendos es una estrategia que se enfoca en adquirir acciones de empresas que pagan dividendos de forma regular y, en muchos casos, creciente. Los dividendos son pagos en efectivo que las empresas distribuyen a sus accionistas a partir de sus ganancias. Esta estrategia es popular entre los inversores que buscan generar ingresos pasivos estables, además de beneficiarse de la apreciación de capital a largo plazo.
Una de las grandes ventajas de invertir en dividendos es que proporciona un flujo constante de ingresos, independientemente de las fluctuaciones del mercado o del precio de las acciones. Sin embargo, para que la estrategia sea efectiva, es fundamental analizar la capacidad de las empresas para mantener y aumentar sus dividendos. En caso de que el dividendo se reduzca o desaparezca, los inversores deben actuar en consecuencia.
Reyes del Dividendo | Fuente: El Diario de Bolsa
Las empresas que suelen pagar dividendos tienden a ser grandes, maduras y con un flujo de caja estable, lo que las hace menos volátiles y más seguras en comparación con compañías más jóvenes o en crecimiento. No obstante, al ser empresas ya consolidadas, su ritmo de revalorización suele ser más lento, lo que significa que las ganancias totales pueden ser menores que las de empresas en expansión. Sin embargo, muchas de estas compañías tienen un historial de aumentar sus dividendos con el tiempo, lo que les da a los inversores una señal de confianza para seguir invertidos o tomar decisiones informadas.
Entre las variantes de esta estrategia, destacan:
- Perros del Dow
- Reyes del Dividendo
- Aristócratas del Dividendo
- Inversión en Dividendos Crecientes (DGI)
- Modelo de Descuento del Dividendo (DDM)
Inversión indexada
La inversión indexada es una estrategia pasiva que busca replicar el rendimiento de un índice de mercado, como el S&P 500, el MSCI World o el MSCI ACWI. En lugar de tratar de superar al mercado seleccionando acciones individuales, los inversores compran fondos que replican un índice, obteniendo así el rendimiento promedio del mercado. Este enfoque ha ganado popularidad por su simplicidad, bajo costo y su buen desempeño a largo plazo.
Una de las principales ventajas de la inversión indexada es su eficiencia en costos. Los fondos indexados, ya sean ETFs o fondos mutuos, suelen tener comisiones significativamente más bajas que los fondos gestionados activamente. A lo largo del tiempo, esta diferencia en costos puede tener un gran impacto en los rendimientos netos de los inversores. Además, como no requiere una gestión activa constante, los inversores pueden relajarse sin necesidad de estar monitoreando el mercado o ajustando la cartera de manera regular. Esto la convierte en una de las estrategias de inversión más sencillas de gestionar a largo plazo.
Otra ventaja clave es que numerosos estudios han demostrado que la mayoría de los gestores de fondos activos no logran superar consistentemente los índices de mercado a largo plazo. Por lo tanto, al optar por una estrategia de inversión indexada, los inversores se aseguran de obtener el rendimiento promedio del mercado, que históricamente ha sido positivo a largo plazo, evitando los riesgos asociados con intentar superar al mercado.
Otras estrategias de inversión a considerar
Ya hemos repasado 8 de las estrategias de inversión a largo plazo más reconocidas, pero existen otras opciones que también podrían ser de tu interés:
- Piotroski Score: Es un método basado en el value investing que permite evaluar la calidad de una empresa a través de 9 criterios. Estos se obtienen del análisis de los estados financieros y el balance de situación de la empresa, ayudando al inversor a tomar decisiones a largo plazo.
- Máximas de Templeton: John Templeton, un inversor legendario, seguía varios principios fundamentales para invertir con éxito:
- Invertir para obtener beneficios reales.
- Mantener la mente abierta y no casarse con un tipo de activo.
- No seguir a la mayoría: para obtener rendimientos superiores, es necesario pensar diferente.
- Entender que los mercados alcistas y bajistas son temporales.
- Evitar las modas y aprender de los errores.
- Comprar en épocas de pesimismo y buscar precios bajos.
- Diversificar globalmente: no pongas todos los huevos en una sola canasta.
- Estrategia Momentum: Esta estrategia busca aprovechar la tendencia de los activos que han tenido un buen desempeño en los últimos meses. Se adquieren esos activos y se venden cuando su proyección comienza a ser negativa, capitalizando las tendencias del mercado.
- Inversión en materias primas: Invertir en commodities como oro, plata, petróleo o cobre es otra opción. Esta estrategia se enfoca en aprovechar las fluctuaciones de precios de recursos naturales y metales, ofreciendo una cobertura contra la inflación y otros riesgos económicos.
En resumen, si estás comenzando a invertir y buscas una estrategia segura, cualquiera de las mencionadas en este artículo puede ser útil. Lo mejor es que muchas de estas estrategias se pueden combinar para adaptarse mejor a tus objetivos financieros.