Obiwankenobi
08/02/22 11:12
Ha comentado en el artículo El documental Planet Lockdown
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Pues aquí uno de 62 años que prefiere morir de pie antes que bakunao. En estos tiempos de sinsentido es prioritario mantener la cordura porque cuanto más duro sea el conflicto, más glorioso será el triunfo y como decía Víctor Hugo:El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.Nuestra única y gran responsabilidad en estos momentos debe de ser, en primer lugar, DESCONECTAR de los paradigmas, hábitos y mensajes con los que hemos permanecido encadenados y que ha derivado en tanta deshumanización y desnaturalización, pero sin entrar en conflictos ni enfrentamientos con ello, simplemente, se deja que lo caduco prosiga su auto-derrumbamiento; y, a continuación, BUSCAR Y GENERAR espacios, vías, experiencias y pautas vitales que contribuyan a construir algo nuevo, una nueva forma de vida que ahora podemos calificar como utópica. Se trata, en definitiva, de construir un MUNDO NUEVO; mundo que probablemente, no veré, pero al que, sin duda, espero poder contribuir con mi granito de arena. Siento una pena infinita por todo esto que nos está tocando vivir, es un mundo que ha matado cualquier idea de transcendencia. Expulsada la Espiritualidad de nuestras vidas, ¿qué queda? : Nietzsche les dio el apelativo de “los últimos hombres”: hombres y mujeres pusilánimes que, expuestos a los caprichos del mercado y renunciando a lo espiritual, profesan la religión de la indolencia y la comodidad; que dan la espalda a los ideales transformadores y desafiantes; que se encadenan a la apariencia y se olvidan de la esencia; que se esconden en la tímida mediocridad como única forma de supervivencia; que subliman sus preocupaciones narcisistas, tribales y triviales para disimular la hosquedad y poquedad de su día a día; que se auto-engañan en la autocomplacencia; que se dicen a sí mismos que son felices y se sumergen en un falaz “sentirse bien” en medio de la insoportable miseria vital en la que han convertido su cotidianeidad. ¡Que Dios nos de fuerza y valor! porque la vamos a necesitar y mucho.