Descubre cómo invertir en sostenibilidad a través de acciones y ETFs responsables. Conoce los sectores más relevantes y cómo la diversificación y criterios ESG ayudan a maximizar el rendimiento, mitigando riesgos y potenciando el crecimiento sostenible.
El concepto de inversión sostenible está ganando cada vez más terreno, motivando a personas y empresas a replantearse cómo sus inversiones pueden contribuir a un mundo más sostenible. En este sentido, el desarrollo sostenible se convierte en la meta principal, buscando un equilibrio entre las necesidades económicas, las demandas sociales y la protección del medio ambiente. La inversión sostenible se sitúa en el centro de este esfuerzo, actuando como un puente entre el capital y los proyectos que no solo son rentables, sino que también respetan el entorno y promueven el bienestar social.
La creciente conciencia sobre estos temas, junto con el incremento de la regulación en distintos países, ha impulsado la inversión sostenible al primer plano de la escena financiera, con la promesa de transformar las prácticas tradicionales y liderar el camino hacia un futuro donde la economía y la ecología vayan de la mano. Efecto visual en el que los árboles crecen del dinero
¿Qué es la inversión sostenible?
La inversión sostenible consiste en destinar recursos a iniciativas que buscan generar un impacto positivo tanto para el medio ambiente como para la sociedad. Hoy en día, los inversionistas no solo buscan obtener rentabilidad, sino que aspiran a que esa rentabilidad venga acompañada de beneficios tangibles para nuestro planeta y la comunidad. Es una forma de invertir con propósito, donde los beneficios económicos se alinean con prácticas responsables.
El desarrollo sostenible se logra al encontrar un balance entre la economía, la sociedad y el medio ambiente. El objetivo principal es satisfacer las necesidades actuales y futuras, utilizando los recursos naturales de manera responsable y evitando causar daños al ecosistema.
Introducción a la inversión sostenible
En los últimos años, la inversión sostenible ha ganado impulso en el país, con expectativas de que su crecimiento sea significativo en el futuro. Este avance se debe a una mayor concienciación sobre la importancia de invertir de manera responsable y a la creciente regulación en diversas partes del mundo, lo que también comienza a influir en el mercado local. La tendencia apunta a que cada vez más inversionistas peruanos se interesen en alternativas que no solo generen rentabilidad, sino que también contribuyan al desarrollo sostenible del país.
Historia y evolución del ESG
El concepto de ESG (Environmental, Social, and Governance o Medioambiental, Social y de Gobernanza) ha ganado cada vez más relevancia, ya que su impacto no solo se limita al medio ambiente y la sociedad, sino que también influye directamente en los aspectos fundamentales de las empresas. Con el tiempo, la importancia de integrar criterios ESG ha crecido de manera notable, impulsada por el interés y la demanda de los inversionistas, una regulación más estricta y políticas ambiciosas de descarbonización en distintas partes del mundo.
Importancia del ESG en el mercado actual
En el contexto actual, es importante incorporar los criterios ESG al momento de hacer el análisis fundamental a las empresas, ya que esto permite identificar riesgos que podrían afectar negativamente su desempeño financiero en el futuro. Los riesgos relacionados con el medio ambiente, los aspectos sociales o la gobernanza pueden provocar un aumento en los costos operativos, lo que impacta directamente en los márgenes de las empresas y puede llevar a que pierdan competitividad frente a sus principales rivales.
Además, la falta de prácticas sostenibles puede dañar la reputación de una empresa, lo que incrementa su prima de riesgo y, en consecuencia, reduce su valor y precio objetivo en el mercado. Por ello, los inversionistas están cada vez más interesados en evaluar el compromiso de las empresas con la sostenibilidad antes de tomar decisiones de inversión.
La tendencia de integrar criterios ESG no es solo una moda, sino una respuesta a la necesidad de crear un mercado más resiliente y preparado para los desafíos del futuro. En el Perú, el enfoque en inversiones sostenibles continúa ganando terreno, impulsando cambios en la manera en que se valoran las empresas y se gestionan los portafolios.
¿Qué son los criterios ESG?
Los criterios ESG (Medioambientales, Sociales y de Gobernanza) son un conjunto de indicadores clave que buscan evaluar y mitigar riesgos futuros para la sostenibilidad y viabilidad de una empresa. Estos criterios se utilizan para analizar cómo las empresas gestionan sus impactos en el entorno natural, la sociedad y la estructura organizativa, lo que resulta esencial en la toma de decisiones de inversión responsable.
Medioambientales: Son indicadores que miden el impacto positivo o negativo de la empresa en el planeta. Ejemplos incluyen las emisiones de CO2, el ahorro energético (megavatios consumidos), el uso y tratamiento del agua (metros cúbicos utilizados y reciclados), y la gestión de la deforestación (hectáreas afectadas).
Sociales: Estos indicadores evalúan el efecto de la empresa en la sociedad. Algunos ejemplos son la seguridad y salud en el trabajo (tasas de accidentes o lesiones), la rotación de personal, el desarrollo del talento mediante la capacitación continua, y las relaciones con clientes y proveedores.
Gobernanza: Los indicadores de gobernanza analizan los riesgos asociados con la estructura directiva de la empresa. Entre los aspectos evaluados se encuentran el número de consejeros independientes, la remuneración de los ejecutivos, y la transparencia en los informes y auditorías externas.
Principales KPIS de Iberdrola. Fuente: Bloomberg
Calificación ESG
En la actualidad, existen varias agencias especializadas en la calificación ESG, entre las que destacan MSCI, S&P, Sustainalytics, Clarity y Bloomberg. Sin embargo, un desafío importante es la falta de uniformidad en sus metodologías de evaluación, lo que dificulta la comparación y la obtención de conclusiones coherentes. Cada agencia emplea distintos sistemas de calificación, lo que puede generar resultados dispares para una misma empresa.
No obstante, en los últimos años ha habido una tendencia hacia la consolidación entre estas agencias, lo cual apunta a una futura armonización de los criterios de calificación ESG, especialmente a medida que las regulaciones globales se vuelven más estrictas. Esto permitirá una mayor comparabilidad y facilitará la labor de los inversionistas a la hora de analizar el desempeño sostenible de las empresas. Rating ESG de diversas agencias de calificación
Sectores de inversión sostenible
Al hablar de inversión sostenible, es común que algunos inversionistas piensen que las opciones disponibles son limitadas. Sin embargo, esta tendencia abarca una variedad de sectores con características muy distintas. A continuación, te mostramos algunos de los sectores más destacados para la inversión sostenible en Perú y el mundo:
Energías renovables: Este sector tiene un gran potencial de crecimiento gracias a las políticas de descarbonización y la crisis energética en diversas regiones. A ello se suma la reducción progresiva de costos en logística y materiales. Además, muchas empresas han firmado contratos de venta de energía a largo plazo (PPAs) a precios altos para protegerse de la volatilidad del mercado. En el Perú, la energía solar y eólica están ganando terreno debido a la abundancia de recursos naturales en el país.
Tratamiento de agua: El crecimiento de la población, la mayor frecuencia de sequías y la escasez de agua potable hacen que este sector sea cada vez más relevante. En Perú, la gestión del agua es crítica, especialmente en la costa y regiones con problemas de acceso. Empresas que invierten en tecnologías para la reutilización y tratamiento del agua son clave para enfrentar los desafíos de la escasez y evitar enfermedades relacionadas con la contaminación.
Gestión de residuos: La creciente conciencia sobre la importancia del reciclaje ha llevado a un aumento en la inversión en el tratamiento de residuos. En lugar de enviar los desechos a los rellenos sanitarios, que contaminan el suelo y el agua, se está priorizando la reutilización y el reciclaje. En Perú la gestión de residuos sólidos es un reto importante, y cada vez hay más iniciativas enfocadas en la economía circular y la reducción de la contaminación.
Packaging sostenible: Este sector tiene un gran potencial debido a las regulaciones que buscan reducir el uso del plástico, promoviendo materiales reciclables y modelos de negocio basados en la economía circular. La legislación en Perú también está avanzando en esta dirección, con normativas que fomentan la reducción de productos plásticos de un solo uso y la promoción de empaques biodegradables.
Eficiencia energética: Es un sector fundamental para la transición hacia fuentes de energía más limpias. Las tecnologías que mejoran la eficiencia energética ayudan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentan la productividad en la industria. En el Perú, la eficiencia energética es especialmente relevante para reducir la dependencia de combustibles fósiles y mejorar la competitividad de las empresas.
Transporte sostenible: Se prevé un crecimiento acelerado del sector en los próximos años, con la transición del transporte tradicional al eléctrico para disminuir las emisiones. La caída en los precios de las baterías hace que los vehículos eléctricos sean cada vez más competitivos. En Perú, aunque el uso de autos eléctricos aún es incipiente, hay un interés creciente en fomentar el transporte limpio y la infraestructura de carga.
¿Cómo invertir en sostenibilidad?
Invertir en sostenibilidad ofrece diversas opciones, desde acciones de empresas hasta proyectos específicos dentro de una compañía. Las principales alternativas incluyen:
Acciones de empresas: Invertir directamente en compañías con prácticas sostenibles y compromiso con el medio ambiente.
Fondos de inversión en renta variable: Fondos que seleccionan empresas con altos estándares ESG.
Bonos verdes o sociales: Instrumentos de deuda para financiar proyectos que generan un impacto ambiental o social positivo.
Fondos indexados y ETFs sostenibles: Replican índices que incluyen empresas con criterios ESG.
Proyectos particulares: Inversiones en iniciativas específicas, como un proyecto de energía renovable.
Para maximizar el rendimiento y controlar el riesgo, la clave es diversificar. Entre las diferentes opciones de inversión sostenible, destacan los ETFs y las acciones de empresas comprometidas con prácticas responsables. A continuación, exploraremos algunos ejemplos de ambos para ayudarte a identificar las alternativas más adecuadas para tus objetivos.
ETFs sostenibles
Xtrackers MSCI World ESG UCITS ETF: Este ETF busca replicar el índice MSCI World Low Carbon SRI Leaders, compuesto por empresas de alta y mediana capitalización de mercados desarrollados con características sobresalientes en criterios ESG y baja exposición al carbono en comparación con sus pares.
Rendimiento histórico del ETF Xtrackers MSCI World ESG UCITS
iShares Global Clean Energy ETF (ICLN): Este fondo sigue el índice S&P Global Clean Energy, que incluye compañías globales dedicadas a la generación de energías renovables, como solar, eólica e hidroeléctrica.
Rendimiento a 5 años del iShares Global Clean Energy ETF
Vanguard ESG Global All Cap UCITS ETF (V3AM): Se enfoca en empresas de todo el mundo que cumplen con estrictos criterios ESG, excluyendo sectores como el tabaco, armas y energía nuclear, entre otros, para ofrecer una opción más alineada con los principios de inversión responsable.
Rendimiento histórico del Vanguard ESG Global ALL Caps UCITS ETF
Acciones de empresas sostenibles
En el contexto de la inversión responsable, consideramos acciones sostenibles aquellas de compañías que contribuyen de manera positiva a la sostenibilidad, ya sea mediante la reducción de su impacto ambiental, la promoción de la equidad social o una sólida gobernanza. A continuación, presentamos algunas empresas que destacan por sus prácticas sostenibles, siendo opciones interesantes para los inversionistas peruanos:
Veolia: Líder global en la gestión de recursos, especializada en el tratamiento de agua. Veolia ofrece soluciones innovadoras para la regeneración y reutilización de aguas residuales, contribuyendo a la conservación de un recurso esencial.
Grenergy: Compañía que se dedica al desarrollo, construcción y operación de proyectos de energías renovables, especialmente en los sectores solar y eólico. Su enfoque en la producción de energía limpia busca combatir el cambio climático y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Verallia: Referente en la producción de envases de vidrio para alimentos y bebidas, promueve el uso de materiales reciclables y prácticas de diseño ecoeficiente. Su modelo de negocio está alineado con la economía circular y la reducción de residuos.
Befesa: Empresa especializada en la gestión de residuos industriales, especialmente en el reciclaje de residuos de acero y aluminio. Su modelo de negocio contribuye a la economía circular al reducir el impacto ambiental y aprovechar los materiales de desecho.
Inditex: Como una de las mayores empresas de moda a nivel global, Inditex trabaja en integrar la sostenibilidad en su cadena de suministro, promoviendo la producción responsable y el uso de materiales sostenibles en sus colecciones.
Linde: Líder en la producción de gases industriales, como oxígeno e hidrógeno, fundamentales para diversas industrias. La compañía ha adoptado prácticas sostenibles, especialmente en el uso de hidrógeno como fuente de energía limpia para reducir las emisiones de carbono.
EDPR (Energías de Portugal Renovables): Es uno de los líderes mundiales en energías renovables, con un enfoque en proyectos eólicos y solares tanto en tierra (onshore) como en el mar (offshore). La compañía está invirtiendo en tecnologías de autoconsumo y almacenamiento energético, lo que la convierte en un actor clave en la transición hacia fuentes de energía limpias.
Iberdrola: Empresa española que se destaca en la producción y comercialización de energía renovable. Tiene una diversificación geográfica significativa y ha hecho grandes inversiones en redes eléctricas, energías renovables y proyectos pioneros en hidrógeno verde.
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Sostenibilidad vs. Rentabilidad: ¿Es posible encontrar un equilibrio?
Invertir en sostenibilidad no implica sacrificar la rentabilidad. De hecho, al incorporar criterios ESG en el análisis fundamental, se busca mitigar riesgos futuros para las empresas y, en muchos casos, mejorar la rentabilidad con un crecimiento más estable y sostenible a largo plazo.
La sostenibilidad suele estar estrechamente ligada a la calidad de las empresas. Cuando hablamos de compañías de calidad, nos referimos a aquellas con un crecimiento sólido, márgenes elevados y una gestión transparente, comprometida con el desarrollo sostenible. Estas características las hacen más resilientes ante cambios en el mercado, lo que puede traducirse en mejores rendimientos para los inversionistas. S&P 500 Index vs. S&P ESG Index | Fuente: Bloomberg
Perspectiva de la inversión sostenible
En los últimos años, el aumento de las tasas de interés ha afectado significativamente a empresas con alta exposición a sectores de crecimiento y niveles elevados de apalancamiento. Estas compañías han sido castigadas en la bolsa debido a sus necesidades de inversión para el desarrollo de proyectos. Sin embargo, esta penalización ha sido excesiva y ha afectado a sectores con gran potencial de crecimiento a futuro, como las energías renovables, el tratamiento de agua, la gestión de residuos y el transporte sostenible.
Actualmente, el mercado presenta una oportunidad única para invertir en esta tendencia de sostenibilidad a valoraciones atractivas. Es importante recordar que, sin crecimiento, una empresa no puede ser sostenible a largo plazo.
La comparación entre el índice S&P Global Clean Energy (que agrupa a compañías del sector de energías limpias) y el S&P 500 muestra que el primero ha quedado rezagado en los últimos dos años debido al entorno de tasas de interés elevadas. Esto ha afectado temporalmente la rentabilidad de las inversiones en sostenibilidad, pero también ha creado una ventana de entrada interesante para aquellos que buscan aprovechar el potencial de crecimiento a largo plazo de estos sectores. S&P Global Clean Energy vs. S&P 500 | Fuente: Bloomberg
